Informe de actuaciones:

En Madrid, a 28 marzo 2007

Where’s Tristan Tzara Now?


1. En 1976, el popular presentador británico Bill Grundy se cubrió de mierda durante una entrevista televisiva a los Sex Pistols. Él solito se metió en un jardín en el que, en menos de dos minutos, evidenció su condición de necio y arrogante viejo verde. Un ejemplo perfecto de lo que popularmente se conoce en estos lares como “ir a por lana y salir trasquilado”. Ese fue el significativo naufragio profesional de la primera persona que había presentado a los Beatles en la pequeña pantalla. Después de aquel sonado papelón no volvió a levantar cabeza. No merece la pena extenderse sobre ello: todos ustedes conocen al dedillo (o deberían) este episodio que forma parte ya del anecdotario de la cultura popular del siglo pasado. Dos años más tarde, en plena eclosión del punk, los Television Personalities recordarían con guasa el incidente en su célebre canción Where’s Bill Grundy Now?

2. En 1989, el escritor y crítico musical norteamericano Greil Marcus publicó su extenso ensayo Rastros de Carmín. Tampoco nos vamos a meter ahora en muchos dibujos en torno a ese libro, que suponemos que ustedes conocerán de sobra. Subtitulado como Una historia secreta del siglo XX, en él Marcus traza una particular deriva articulada sobre tres ejes fundamentales: el movimiento Dadá, el Situacionismo y el Punk. La columna vertebral de la negación absoluta y el gran corte de mangas primordial a todo lo que no anda bien en el espinoso asunto del magreo entre arte y mercadotecnia (amén de asignatura troncal, todo hay que decirlo, del plan de estudios de esa hipotética "Escuela Moderna" desde la que algunos imparten cátedra con mejores o peores dotes, pero ése es otro tema). En el libro aparecen, pues, el affair Bill Grundy y el Cabaret Voltaire de Tristan Tzara como piedras de toque de una misma cosa sinuosa. Por supuesto, son muchos más lo hechos, personas y personajes que desfilan por el famoso tochito de más de quinientas páginas de Marcus y, por supuesto también, algunos de ellos están hilvanados muy de aquella manera. Nada que objetar al respecto (y menos a esa ausencia metodológica, a ese explayarse sin rigor ni contención por órganos sin cuerpo, al que tan afines nos sentimos en esta casa): a fin de cuentas, ni Greil Marcus es un reputado historiador, ni creemos que fuese su intención hacer del libro un dogma, ni es la precisión la que tensa sus argumentos y hace entretenida su lectura. Es sólo un libro divertido, inspirador y vano a partes iguales.

3. En 1944, el 10 de septiembre exactamente, el diario Arriba publicaba en su sección “Figuras” un bosquejo de Tristan Tzara, que pueden ustedes leer en la estampa adjunta. En realidad se trata de todo un repasito, cuánto menos ambiguo, al Dadá (un repasito muy pero que muy tibio, pero no mal informado, por cierto, si tenemos en cuenta la fecha y la particular “coyuntura”), que queda tildado, pues eso, de crisis moral juvenil de entreguerras, de tremolina, de ventolera, de alboroto, de patatín y de patatán... Por escatimar, ni siquiera se le concede su genuina condición de “ismo”. No como ocurrió con el futurismo, movimiento que sin duda también conocería nuestro anónimo redactor, ya que tanto caló en la España popular de los años veinte, en su derroche de chulesca latinidad de vanguardia. Del Dadá más bien se insinúa, con un burdo hilar de un par de citas, su irresponsable influencia intelectual (probablemente judaica y masona) en la 2ª Guerra Mundial. Pero la verdad es que tampoco nos vamos a hacer figuras (nunca mejor dicho) a estas alturas con el textito. No deja de ser el Arriba de 1944. Sus columnistas estrella eran cuadros juntaletras de la Falange, de los de “favor debido”, de relativo prestigio (vamos, el que un falangista de a pie puede otorgar a un juntaletras, aunque sea de los “suyos”). Sin embargo, no ha dejado de llamarnos la atención esa última frase, que enlaza tan casual como directamente con la canción aquella de los Television Personalities. Y no dejamos de preguntarnos, ¿quién diablos sería el autor de la semblanza?

9 Apostilla(s):

Anonymous Anónimo dice...

Joder, qué bien que les ha quedado hoy la seriedad. Plasplasplas... Aplausos infinitos para las Regiones Devastadas, lo más de lo más.

28 marzo, 2007  
Blogger Regiones Devastadas dice...

Muchas gracias por sus amables palabras, amigo Probertoj. Trataremos de no bajar la guardia y hacernos acreedores día a día de su, sin duda, exagerado halago... ¡Y usted que nos lea!

29 marzo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Pues sí, mola. Ja ja ja, por un momento he dudado si iba a poner al final "Artículo publicado originalmente en el suplemento CulturaS de La Vanguardia". Ja ja ja... Por cierto, supongo que conoces esto, pero por si acaso:
http://www.laidea.net/historia-incendio-p-1067.html
Y otra cosa más, un chasco: mañana tocan Hidrogenesse en El Sol ¡¡pero sin Alfonso Melero!!
Y aprovecho para mandarte un abrazo.

29 marzo, 2007  
Blogger Regiones Devastadas dice...

Ja, ja, ja... Me conformaría con una tirita cómica en el ADN, la verdad, que llega más al pueblo llano ¿no?

Por lo demás, supones mal: no tenía ni idea de ese libro. Del Servando Rocha éste sólo me he leído el de "Días de furia", y además hace poco, y de momento me parece que va a ser el último hasta que corrija su ortografía y mejore su sintaxis, que ser revolucionario no es darse cabezazos contra un diccionario, que la culpa no la tienen los libros.

Oye, pero en esa web hay unas cosas muy golosas.... Me voy a pillar el de "Fuimos tan terriblemente consecuentes". Con ese título no puede ser malo (y menos seguido de "La guerrilla urbana ya es historia"). Ya te diré...

Nos vemos mañana en Hidrogenesse, si quedan entradas en puerta. Salud!

30 marzo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Ya te vale como te pasas con los pobre de La Felguera. Es cierto lo de la ortografía y la sintaxis, pero, coño, "Días de Furia" es interesante, mola y es lo primero original escrito en castellano al respecto (y a precio más que razonable). Prácticamente todo de esa editorial mola, te recomiendo también el de Crass. La web que te enlazaba es la de la tienda La Idea, la que regentan mis compañeros Ricardo y Javi Couso en plena Malasaña. Ese que comentas está muy bien, como también el del lado oscuro de la Transición y de no perderse la reedición que han hecho de la biografía del gran, gran, gran Cipriano Mera, en su día publicada por la legendaria editorial Ruedo Ibérico.
Por lo demás, sí, nos veremos esta noche, pero me sigue indignando que no venga Alfonso, cuya batería le había dado un lustre terrycuatriano a Hidrogenese que ya ya, ¿no? Besos!

30 marzo, 2007  
Blogger Regiones Devastadas dice...

Tienes toda la razón, Doggy, es que llevo un par de días malos y cabrones. Cierto, cierto, el de "Los días de furia" es un libro interesante y mola y viene muy al caso su lectura nowadays (y también llevas razón en lo del precio).

Tomo nota de la librería que me dices, guapamente. El libro de la RAF lo dije de coña, por ese título tan tremendo y cercano al mismo tiempo, pero en realidad en el que me fijé fue en el del lado oscuro de la Transición (yo creo que ya se puede decir "la Transi", a estas alturas). En el que no recabé fue en el de Cipriano Mera. Apuntado queda...

Lo de que no toque Alfonso con Hidrogenesse no me escandaliza: a fin de cuentas, Hidrogenesse no es exactamente un grupo, es más bien un dúo Avantgayrde ¿no? Y no me veo yo a un Alfonso con barbas, guedejas y capa haciendo de sesionero. Eso sí, su batería es IMPRESCINDIBLE para dar forma al concepto. Pero eso, como diría Joaquín Luqui, tú y yo ya lo sabíamos, así que tampoco necesitamos constatación en directo.

(Creo.)

30 marzo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Crees bien, de hecho anoche pudimos comprobarlo (y disfrutarlo). Pero, aún así, sigo pensando que
-sin guedejas ni mariconadas- el plus de bizarría que aportaría Alfonso ahí sentadito al fondo dando con las baquetas... Humm... Pero, bueno, Genís le recordó con cariño, nosotros aullamos y dijo aquello de "también dedicada a los amigos de Alfonso", así que me doy por satisfecho. Por cierto que las pintas de Genís me resultan ya sobrehumanas en su grandeza, ¿qué no? Y agradecí el detalle del pantalón corto en el otro pelafustán. Salud!

31 marzo, 2007  
Anonymous Anónimo dice...

Todos hemos visto muchas veces a Genís en un escenario, pero después de la última vez en Logroño, con el look eno-sparks-dalai lama y a la vez tan suyo... En fin, que dudo si ha habido jamás una presencia española en un escenario tan impresionante y tan bellísima. Como no sea la Amparo Muñoz 76...

10 abril, 2007  
Blogger Regiones Devastadas dice...

Lo dice Paul Watzlawick:

"En el corazón de Europa hubo una vez un gran imperio. Lo formaban tantas y tan diversas culturas, que no siempre podía alcanzarse una solución razonable para un problema cualquiera y el absurdo resultaba ser el único camino viable de la vida. Sus habitantes -los austrohúngaros, como el lector ya habrá sospechado- llegaron a ser proverbiales, no por su inhabilidad en enfrentarse de un modo razonable con los problemas más simples, sino por su habilidad en conseguir lo imposible de algún modo casi por descuido."

11 abril, 2007  

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