Chin Chin Cinzano
He aquí una versión más moderna (dieciocho meses más moderna, para ser exactos) del mismo concepto publicitario que veíamos en el mensaje anterior. Lo dicho, cada cosa en su sitio, y la mesa del bar, pese a estar reservada para bitter Cinzano, parece ser el sitio ideal para poner a este señor tan parecido a un joven Juan de Pablos a desgañitarse soplando el trombón de varas, que ahí no molesta. Qué calcetines más alegres, por cierto.
Y no se crean, que nosotros no somos mucho de Cinzano, somos más de Bitter Kas.
Ya, diciembre de 1961.
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