Informe de actuaciones:

En Madrid, a 29 noviembre 2006

Mete la mano, Luciano





Noviembre es el mes de los difuntos, y en Regiones Devastadas los honramos. De hecho, los sentimos muy cercanos, más que a muchos vivos, en esta pertinaz condición de muertos en vida que arrastramos de un par de años a esta parte. Por eso, y como ya habrán podido comprobar, no se nos ha ocurrido un mes mejor que éste para tomarnos un merecido retiro virtual en el silencio del claustro de nuestro íntimo monasterio cartujo. No tiene nada que ver con la pereza o la inconstancia: estábamos meditando, simplemente. Es bueno retirarse a un mutismo sosegado de vez en cuando. Ahora hay una película sobre eso, creo.

No obstante, como sarna con gusto no pica y algo hay de íntima delectación en todo esto, pues estamos a la vez y por contra más tunos que nunca. Así que, con ambos sentimientos revoloteando alrededor, hemos pensado que resultaría muy propio dedicar el poco tiempo que nos queda del mes de los cementerios a las esquelas; y por eso traemos hoy a colación a este señor que, pese a llevar ya casi medio siglo criando malvas, aún es capaz de arrancarnos una sonrisa con su simpático nombre. Y que, por otra parte, murió como un bendito, con setenta y dos años cumplidos, ungido y bendecido, y en pleno “Madrid moderno”, en la calle Castelar. Quiera el Señor concedernos un final parecido.

Pero no se apuren mucho, que en un mes llega la Navidad, y este año, por primera vez y gracias a este blog, lo estamos deseando. Menudo belén vamos a montar. De momento, estamos poniendo las luces.


Pdta.: Por cierto, ¿qué significa exactamente "de profundo laci"?

En Madrid, a 20 noviembre 2006

¿Ha visto usted a Mistetas?






Hola, hemos vuelto por fin,



tras unos días de no encontrarle mucho la gracia al asunto,



de perder un poco el hilo de la comunicación emisor-receptor,



de no coger el chiste,



de aburrirnos del juguete,



de estar a cosas más importantes,



o de perder el tiempo a lo tonto simplemente.



Pero el insomnio es terco,



y uno acaba por darle demasiadas vueltas a la cabeza.



La historieta es de Matt Groening, por si alguien no se había dado cuenta.

Fin de la discusión.




Creative Commons License